martes, 28 de diciembre de 2004

Orfeo redivivo: la magia musical de Marsilio Ficino, por Angela Voss



Marsilio FicinoMarsilio Ficino (1433/1499), jefe de la Academia Platónica de Florencia, fue uno de los más grandes humanistas del Renacimiento Italiano, propgador del neoplatonismo y traductor al latín, entre otras, de las obras de Platón, Plotino y Jámblico, así como del Corpus Hermeticum. En el corazón de su pensamiento reside la noción de alma humana vinculada al alma del mundo, junto a la noción de la belleza y del amor (furor poético) que las vincula. Filósofo, escritor, poeta, músico y astrólogo, el mismo Lorenzo de Medicis lo consideraba como la reencarnación de Orfeo.
James Hillman ha defendido el redescubrimiento de Ficino como parte del "movimiento hacia el Sur" del diálogo con la psique, esto es: la psicología.

Con la traducción del ensayo de Angela Voss: "Orfeo redivivo: la magia musical de Marsilio Ficino" (de quien he traducido ya su "De la Alegoría a la Anagoge: la cuestión de la percepción simbólica en un mundo literal") comienzo una serie de traducciones de artículos de Voss sobre Ficino, que continuarán con "La música de las esferas. Ficino y la armonia en el Renacimiento", y "La Astrología de Marcilio Ficino: ¿adivinación o ciencia?" así como con la traducción de algunos textos tomados de los libros y las cartas de este inspirado pensador, alguna de cuyas frases conviene recordar:

“Fue la obra maestra del divino Platón, como señalan los Diálogos de Parménides y Epinomio, revelar el principio mismo de unidad en todas las cosas, que él llamó apropiadamente el Uno mismo. Afirmó también que hay una verdad en todas las cosas, es decir, la Luz del Uno mismo, que se derrama sobre todas las mentes y las formas, presentando las formas a las mentes y uniendo las mentes a las formas.”

"Ciertamente, el amor (tal como lo definen los filósofos) es la aspiración a la belleza" (Carta 47, a G. Cavalcanti)

"El principal argumento del De Amore como tratado sobre el amor puede parafrasearse así: el cosmos consiste en una jerarquía de seres que se extiende desde Dios (unidad) hasta el mundo físico (multiplicidad). En esta jerarquía cada nivel surge del nivel de arriba en una emanación descendente a partir de Dios, y desea elevarse a su nivel superior en un retorno ascensional a Dios. Este deseo de retornar a la propia fuente se llama amor, y la cualidad en la fuente que atrae este deseo se llama belleza. El alma humana, como parte de la jerarquía de seres, está comprometida en este mismo proceso de descenso a partir de Dios y de retorno a Dios" (Comentario sobre el Symposium de Platón)